PAGO DE CARRAOVEJAS
Tras un 2019 con escasas precipitaciones, la añada de 2020 destacó por un invierno de abundantes lluvias. La viña logró conservar su reserva hídrica que favoreció que el ciclo vegetativo del viñedo fuera desarrollándose con un equilibrio y una homogeneidad excelente. Se trabajó con cubiertas vegetales espontáneas y sembradas que controlaron el vigor. La brotación generalizada se produjo a finales de abril, sin incidencias climáticas ni de sanidad. Al no encontrarse interferencias en el desarrollo y evolución de las yemas, se obtuvieron rendimientos muy buenos en la viña que se fueron equilibrando gracias a la técnica del aclareo. La vendimia comenzó el 14 de septiembre y finalizó el 10 de octubre.
Tras un 2019 con escasas precipitaciones, la añada de 2020 destacó por un invierno de abundantes lluvias. La viña logró conservar su reserva hídrica que favoreció que el ciclo vegetativo del viñedo fuera desarrollándose con un equilibrio y una homogeneidad excelente. Se trabajó con cubiertas vegetales espontáneas y sembradas que controlaron el vigor. La brotación generalizada se produjo a finales de abril, sin incidencias climáticas ni de sanidad. Al no encontrarse interferencias en el desarrollo y evolución de las yemas, se obtuvieron rendimientos muy buenos en la viña que se fueron equilibrando gracias a la técnica del aclareo. La vendimia comenzó el 14 de septiembre y finalizó el 10 de octubre.